domingo, 20 de noviembre de 2011

I love saturdays

Y yo que pensaba que iba a ser un sábado aburrido, de esos de quedarse en casa, leyendo al sol y dando un paseo por los alrededores. Toda la familia salía y yo, pues yo me quedaba descolgada. Blanca, Dani y Óscar se iban a la boda de Sefami y Zaira a Tepoztlan, Guillermo se había ido a Yucatán y Andrés como siempre andaba trabajando.

Por suerte hay más gente a mi alrededor que me invita a pasear, a quedar y a salir. A seguir disfrutando de la experiencia mexicana, a seguir conociendo gente de diferentes lugares, procedencias, profesiones y ocupaciones. Diferentes maneras de seguir viendo México con los cinco sentidos.

Para empezar bien la mañana: charlita por Skype con mi padre y con Myri, Nafri, Lourdes, Judith, Ana, Irene y Sandra que se encontraban de reunión en Piedralaves disfrutando de buena comida y algo de tiempo libre. Para seguir, Rafa me invitó a su función de bailes de salón. Durante todos estos mesos había estado apuntado a un grupo dentro del Centro Cultural Carlos Pellicer y el sábado hacían la presentación... en su caso una cumbia. Como el resto de la familia andaba fuera, pues allí que me fui en representación de tod@s o al menos en la mía propia. Mi sentido de la puntualidad hizo que llegase a tiempo para ver Las Chiapanecas y otros grupos de salón. Rafa estaba muy sonriente, disfrutó mucho de su actuación y lo pasó bien... una buena terapia de recuperación.

De ahí salí rapidito en dirección al centro para encontrarme con Ángela y su hermana Laura e ir a casa de una amiga, que por casualidad también se llama Laura, para recogerla e irnos a tomar unos pulques a Las Duelistas. Durante mucho tiempo las pulquerías estuvieron mal vista, eran las tabernas de las clases populares donde se toma una bebida ancestral fermentada... pero de pronto, las cuestiones de la moda y la recuperación de las raíces culturales hicieron que el pulque se pusiera de moda entre la gente de la clase media y después en las colonias de alto standing. Pues allí que nos tomamos un pulque de avena, otro de tejocote y un tercero de mandarina. La verdad es que está bueno, el sabor es rico y la textura pastosa viscosa es adictiva pero al tercer vaso se te hincha la tripa... dicen que tomar un vaso de pulque equivale a comerse un filete con su guarnición por la cantidad de proteínas y vitaminas que tiene y con la ventaja de que no tiene colesterol, de ahí que los obreros los tomaran en las mañanas cuando no había otra cosa.

Pues para no terminar el plan nos fuimos hasta la calle Regina a La
Bota, a tomar unas cervezas y algo de comer... Curiosamente es un bar cuyo propietario es español y está decorado al estilo de La Bodeguita de en medio (Cuba). Cada centímetro de pared tiene un objeto, un lema, una frase, una pintura, un recuerdo y polvo. Cada persona que va puede dejar un recuerdo y a menos que se pierda, se rompa o se lo roben permanecerá junto con el resto agarrando el polvo del tiempo. Para acompañar las cervezas... paella, que la verdad para estar hecha en México estaba muy buena aunque como la que hace mi primo en Valencia, ninguna. A la fiesta se nos unieron el esposo de Laura, su niña de seis meses Sabrina (que prefería agarrar los botellines antes que su biberón), Mariana y su pareja, Jessica, Iván y Edgar. Allí que estuvimos hablando de feminismos, embarazos, signos del zodiaco, relaciones personales y emocionales. Risas y charla... como siempre que te juntas con buena gente. Como no podía ser de otra manera, en un bar regentado por un español, había españoles... y así, de camino al baño, entablé conversación con uno que llevaba una camiseta de Messi.. pude saber de la victoria del Barça y de la del Madrid y de paso charlar un rato de fútbol y recibir la invitación para ir a tomar el aperitivo el próximo 10 de diciembre y ver el derby con la comunidad española... veremos a ver.

Pues para no parar y de salida, nos fuimos al Regina frente a Bellas Artes a escuchar música en directo y a bailar un rato y de ahí a tomar la penúltima en otro lugar. No me puedo quejar. Mi sábado insípido se convirtió en un no parar y lo mejor es que toda la gente con la que salgo me dicen que antes de irme nos tenemos que volver a ver, que se lo han pasado genial, que me aprecian y que esperan que nos volvamos a encontrar... un gusto la verdad.

Como terapia de domingo... pues a pasar "la cruda" (que no es tanta, pero que cuando te desvelas como que ya duermes mal y te pasas el día de aquella manera) pegada a TVE, escuchando la SER, con el Facebook echando humo y viendo los resultados electorales, que a pesar de ser previsibles me han dejado con un poco de depresión. 100 días le doy al nuevo presidente desde el momento en el que sea investido para que ponga en marcha la salvación del país tal y como ha prometido. 100 días para ver cómo van a ser las reformas, como se aleja el miedo de los mercados y salvan a la prima de riesgo... o tal vez 100 días para ver que los salvadores de la patria están atados de pies y manos, que la felicidad prometida se va a convertir en más recortes y como los avances sociales pueden retroceder... veremos qué pasa.

Por el momento, terminar como siempre: diciendo lo mucho que extraño a mi gente y lo mucho que os quiero.

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