Viaje al norte: Las casualidades de la vida

Llegar a México por unas pasantías, que salga una oportunidad de trabajo, conocer una Asociación Civil de nombre Adeco, que te ofrezcan trabajar con ellos, que entres a formar parte de un equipo de trabajo que te lleva hasta el norte, que estando en el norte te desplaces hasta un pueblo llamado Creel, que se convoque una reunión en la Fundación con dos maestros, que unos de los maestros se aloje en el mismo hotel que tú y que al hablar resulte que es un asturiano que lleva en México 30 años... sólo me lleva a pensar: qué pequeño es el mundo!! O eso, o que los españoles andamos por todas partes, por más escondidas del mundo que estén. Siempre es bonito encontrarte a alguien que te hable de tu casa, de lugares comunes, de sitios familiares y poder evocarlos juntos desde la distancia.

Lo bonito de viajar son estos pequeños encuentros, conocer gente, compartir experiencias y probar nuevos sabores como el Arí una bebida hecha con agua, la baba que la hormiga deja en los árboles molida y que tiñe el líquido de rojo, un poco de ajo, sal y limón (como no podía ser de otra manera): no ha sido una buena experiencia degustativa porque más parecía zumo de ajo que otra cosa, pero así es la experimentación. Lo bonito de viajar es descubrir que para los tarahumaras soy chabochi, o lo que es lo mismo, "el hombre blanco", "el no indígena"; nuevas palabras y lenguas que se integran en mi imaginario y me construyen un paso más allá y me acercan un paso muy pequeño a lo que estoy viviendo. De verdad, esta tierra me tiene impresionada: hay niños que con 9 años ya toman el arado, hay niñas que con la misma edad pastorean y cuidan de sus chivas. Hay adolescentes de 13 y 14 años que se casan, hay mujeres que con 43 años tienen 4 nietos. Hay personas que para llegar desde el sur de la Tarahumara hasta Creel hacen un día de camino a través de caminos, barrancas, arroyos. Hay avionetas que hacen trayectos de 15 minutos por 600$ para atravesar barrancos que si se cruzasen (bordeasen, rodeasen o como fuera) en autobús se tardan 9 horas. La mujeres visten faldas de vuelo que llegan hasta los tobillos con bellos colores y estampados, al lado de chicas con vaqueros y camisetas ajustadas. Hay turistas mezclados con indígenas y hombres con botas y sombreros vaqueros.

El viaje poco a poco toca a su fin, mañana tendremos los resultados de las dos primeras sesiones y ojalá salga igual de bien que la primera. Hoy el día terminó alrededor de una barbacoa, comiendo una buena carne, tomando unas cervezas, unas tortillas (de maíz), chiles, papas y cebollas a la brasa, para despedir a uno de los miembros de la Fundación que se va a trabajar a otro lugar. Reunirse alrededor de la barbacoa y reír, y contar experiencias y saber que te aceptan con parte del grupo aunque por el momento seguirás siendo el elemento discordante.

Estoy contenta. Creo que ya lo había expresado, pero creo que debo decirlo otra vez: salir de la ciudad aunque haya sido por trabajo me ha sentado muy bien, me ha sacado de la rutina, estoy haciendo algo que me gusta y he conseguido coordinar mis actividades para no descuidar ninguna tarea... sólo una ha fracasado: seguir la dieta, pero de regreso todo volverá a ser como antes, aunque con un poco más de tranquilidad y eso me ayudará.

Viaje al norte: Cuando los días de trabajo te devuelven la sonrisa

Es curioso como muchas veces nos adelantamos a los acontecimientos, pensamos que las cosas van a suceder de una manera y eso que los nervios afloren, las incertidumbres se apoderen de las emociones y el miedo a lo (los) desconocido(s) nos hagan perder la confianza. sin embargo, todos los momentos y los retos llegan y se superan, y lo mejor es que se superan con una sonrisa y una gran satisfacción.

Después de mucho trabajo, muchas revisiones, muchas dudas, vueltas y revueltas llegó la primera sesión de capacitación al Equipo Operativo de la Fundación Tarahumara en las oficinas de Creel. Después de pensar que 8 horas iban a ser muchas, de darle vueltas a las actividades, de pensar cómo iba a ser el grupo, si iban a querer participar, si íbamos a obtener resultados... el día toca a su fin y aunque ahora se siente el cansancio, ha sido UN GRAN DÍA.

Poco a poco, las incertidumbres se resolvieron. El grupo de 13 personas resultó ser un gran grupo: participativo, propositivo, con ganas de reflexionar, de trabajar y de tomarse un tiempo para escuchar, escucharse y escucharnos. Creo que tanto Rodrigo como yo nos sentimos contentos por el desarrollo del taller y creo que esta sensación (por lo menos a mí) me da fuerzas para afrontar el segundo día que llegará el jueves.

Son estos días de trabajo los que te hacen pensar que los esfuerzos merecen la pena, que todo el tiempo, el estrés y la ansiedad tienen sus frutos. Que hacer este viaje, trabajar en este proyecto, haberle dicho que sí a Zazú cuando me ofreció formar parte del equipo, que todos los desvelos, ahora tienen un sentido mayor. 

Seguir experimentando y conociendo las experiencias de gente que en su día a día se enfrenta a las incoherencias de tener una buena vida mientras ayuda a gente, que en un país como México, pasa hambre y sufre una fuerte pobreza y desigualdad. Es muy interesante poder acercarse hasta esta experiencia y sentir que todos estos proyectos tienen una recompensa. Es increíble ver la necesidad que desde las organizaciones hay por escuchar, ser escuchado y escucharse... el trabajo de las oficinas impide que los grupos se comuniquen. Creo que es lo más importante de lo que hoy hemos logrado: conseguir que un equipo de trabajo se vuelva a encontrar, se miren, se reconozcan y reflexionen dentro de un grupo de confianza. 

Quizás, en la euforia del trabajo bien hecho, ahora sobrestime todo lo demás... pero la verdad es que estoy contenta y que salir del DF (aunque haya sido por trabajo) me ha devuelto la sonrisa y las ganas de seguir trabajando. No tengo palabras para agradecer a la gente de Adeco la oportunidad y la confianza... ahora sólo me queda el compromiso de seguir trabajando con las mismas ganas que hasta ahora y sobretodo aprovechar la experiencia para seguir aprendiendo, cada día cosas nuevas.

Viaje al norte: primeras impresiones

Son las 05.30 a.m y el despertador suena por primera vez. Es la hora de abrir los ojos, cerrar la maleta y ponerse rumbo a Chihuahua. El avión sale puntual a las 08.15 y aterriza una hora y cincuenta minutos después en la capital del Estado. De ahí un taxi nos llevará hasta la Noroeste de Camiones para tomar rumbo a Creel. Durante cuatro horas y media viajaremos por el estado, atravesando ciudades y pueblos, presenciando el cambio de paisaje y ascendiendo hacia el inicio de la Sierra Tarahumara.

Desde el inicio del descenso del avión, hay algo en los colores ocres de la tierra de Chihuahua que me atrapa. Me desconciertan los grandes valles y las elevaciones rocosas y arcillosas que parece que se fueran a desmoronar con la siguiente tormenta. Me sorprende los arbustos y matorrales secos a primera vista pero de los que despuntan nuevos brotes verdes. A su lado árboles algo más frondosos. Terrenos pedregosos junto a grandes arenales.

Me sorprende la fuerza del sol que se refleja en el suelo, el tendido eléctrico que recorre kilómetro tras kilómetro el terreno baldío, la vía del tren, un camino de tierra que surca el monte y se pierde hasta el siguiente rancho. Aparecen los terrenos cercados en los que se mezclan los postes metálicos con troncos y el alambre de espino que delimita el espacio.

La vía del tren aparece y desaparece como jugando al escondite con la carretera. Cuando una va hacia la derecha, la otra brinca a la izquierda para encontrarse un poco más adelante. Aparece un río sucio, un puente de piedra derruído, un hilo de agua y cauce seco. En la siguiente curva aparecen unas cuantas casas y cabezas de ganado libres. Un rebaño de cabras que pegan el hocico al suelo buscando, entre el pasto seco, un brote verde.

La gran llanura hace que el cielo parezca más grande. El terreno se eleva de nuevo. Es en estos momentos en los que me gustaría poder dibujar lo que veo, pero para eso tengo mi cámara de fotos. 

Cierro los ojos durante algún tiempo y cuando despierto, la película ha terminado y va a comenzar la siguiente. El paisaje ha cambiado. Cada vez es más montañoso, más empinado y cargado de coníferas. Hemos atravesado la ciudad de Cuauhtemoc; después vendrán otros pueblos y otras paradas en mitad de la carretera. Al camión se suben vendedores de burritos y refrescos ofreciendo de comer a los viajeros. De pronto me traslado a la obra de teatro Muerte de un viajante cuando un hombre de cerca de sesenta años sube ofreciendo productos milagrosos para la piel y los dolores musculares.

Finalmente llegamos a Creel: algunos dirán que es una ciudad pequeña e importante del estado, la puerta a las Barrancas del Cobre y parada obligada del Chepe en su viaje por el norte. Para mí es un pueblo pequeño cruzado por una avenida de cuatro carriles, con una Plaza Principal y las vías del tren que silba a su paso. El sol es fuerte, pero su compañero el viento hace que sea más leve la sensación de calor.

Es el momento de descansar para mañana tener de nuevo los ojos abiertos, los oídos expectantes y el olfato agudizado para percibir el olor de la carne a la brasa que se cocina en cada restaurante. Es el momento de seguir en la aventura.

"Live well, Laugh often, and Love with all your heart."

La sabiduría se puede encontrar en cualquier parte, al igual que un buen consejo... yo la encontré en mi nueva taza de café: "Live well, Laugh often, and Love with all your heart" o lo que es lo mismo, "Vive bien, Ríe a menudo y Ama con todo el corazón". Consejos que en algunos momentos son muy prácticos y te sientan a reflexionar sobre las cosas que te están faltando. En mi caso, y si vamos por partes:

1) Vivir bien: ¿de qué me puedo quejar? Estoy haciendo un trabajo (bueno, varios) que me gustan, estoy viviendo la experiencia de estar en el extranjero, conocer gente nueva, vivir nuevas experiencias. Tengo un trabajo remunerado y un plato caliente sobre la mesa. Tengo dinero para vivir cada día, hacer la compra, gastar en caprichos. Tengo salud y ganas de seguir adelante.

2) Amar con todo el corazón: ¿de qué me puedo quejar? te una familia que me quiere, unos padres que me extrañan, amig@s que me escriben y se preocupan. Tengo gente nueva con la que compartir nuevas experiencias y todo un país por recorrer. No tengo pareja, pero creo que eso ahora no me preocupa. Vivo día a día y procuro buscar el cariño de la gente que tengo cerca y lejos, y seguir amándoles con toda mi alma porque son parte importante en mi vida.

3) Reír (sonreír) a menudo: pues creo que es aquí donde fallo ultimamente, y mira que soy persona de ponerlo en práctica a cada rato, pero últimamente me cuesta un poco más, estoy de peor humor, con muchas cosas en la cabeza, con muchos "que no se te olvide", con muchos "si necesitas algo me dices", y me lo dicen y entonces una nueva tarea se suma a la lista. Además, he empezado a estar a dieta: hay que cuidarse, alimentarse de manera saludable y hacer algo de ejercicio. Tres cosas que había abandonado por mi vida más que sedentaria delante del ordenador y que ahora me exigen un esfuerzo... porque esto ya no se vale.

En fin, que una vez identificadas las cosas, es el momento de ponerles solución, porque últimamente he cometido algunas injusticias con la gente que me rodea, he perdido la paciencia, he estado más seria de lo normal o he dado malas contestaciones. Y esto tampoco se vale... porque la gente que está cerca, que siempre te apoya, no se merece este trato por mi parte. Identificado el problema, que es mío y sólo mío, ha llegado el momento de ponerle solución. Quizás tenga que subir el pié del acelerador, quizás tengo que ser capaz de desligarme de algunas tareas, quizás debo respirar más y tomarme las cosas con más calma (que para eso estoy en América Latina, donde dicen que todo va más despacio). No puedo dejar que el ritmo de trabajo se imponga sobre mí hasta el punto de saturarme, no controlarlo, o que me genere ansiedad. Lo curioso es que al final logro sacar las tareas a tiempo, con buenos resultados y palabras de agradecimiento o felicitación, pero también necesito recuperar espacios personales para dedicarme un tiempo a mí: a escribir, a leer, a caminar o hacer ejercicio, a cocinar en algo más de diez minutos. 

Quiero aprovechar esta entrada para pedir perdón a las personas que haya podido lastimar en los últimos días (o quizás semanas, porque ya no sé desde cuándo estoy así) y comprometerme a volver a ser la persona que sonríe cada día y hace sonreír a l@s demás.

Escuchar el silencio

Es viernes y estoy en casa escuchando el silencio. Es viernes y aunque he intentado hacer varios planes, al final he decidido que prefería escuchar el silencio. Sentarme en el sofá de casa, preparar algo de cena y escribir unas líneas. Después de dos días agotadores, y los que se avecinan, es mejor frenar a tiempo y evitar caer en la angustia, la ansiedad y el no llegar a tiempo.

Para resumir: el jueves a las 8 de la mañana conferencia por Skype entre la Ciudad de México (Lorena y yo), Dakar (Antena Regional de África), Madrid (la gente del Iepala) y Manila (representante de Asia para el Grupo de Trabajo de Río+20). Por supuesto la reunión en inglés con partes en español e intentos de traducción simultánea. Acabada la reunión y con las cosas ya preparadas, tomar rumbo al centro para asistir a un Seminario de Comunicación y Derechos Humanos en el Centro Prodh que se extendió hasta las 8 de la noche y vuelta a casa. Para no perder el ritmo, el viernes regreso al Seminario de 10 de la mañana a 20.30 horas. Sesiones de trabajo de 4 horas en la mañana, 2 horas para comer y en mi caso para darme un paseo y disfrutar del sol, y 4 horas más de trabajo en la tarde... agotador. El Seminario finaliza mañana sábado con una sesión en plenaria de 10 a 14 horas y aunque después es la comida creo que voy a disfrutar un poco de mi tiempo.

En líneas generales, el Seminario no estuvo mal, aunque por momentos se me hizo muy básico en los conceptos que se manejaban y fue entonces cuando aproveché para abrir y gestionar los múltiples e-mails que se han ido acumulando y han ido dejando tareas pendientes. Creo que mañana disfrutaré un poco más del silencio y comenzaré mi semana el domingo.

A veces pienso que la lista de tareas, lejos de disminuir aumenta, pero más bien lo que pasa es que unas tareas sustituyen a otras y así sucesivamente. Por eso aprecio estos momentos de silencio en los que sólo se escucha el sonido de las teclas, el aire fresco a través de la ventana, la moto que pasa, los niños que gritan en la calle y la música de algún otro apartamento en el que hay fiesta y han decidido que hoy no es día de silencio. Escucho un perro que ladra, la puerta del vecino, pasos en la escalera. Oigo la música de un coche que frena porque está el tope de la esquina que le impide ir más deprisa. Huelo la cena de la casa de al lado y las flores "huele de noche". Pero de pronto, todo se me hace parte del silencio después de haber estado rodeada de gente, escuchando una ponencia, argumentando, sintiendo el griterío de los puestos, el caos del tráfico y el traqueteo del metro. Aprecio estos momentos en los que escucho mi silencio y mi respiración; aprecio estos momentos de soledad en los que lo único que importa es que pronto estaré en la cama leyendo unas líneas del libro que me regaló Guillermo y esperando que me ataque el sueño para mañana empezar un nuevo día.

La azafata que dio la vuelta al mundo

Julia Orayen en sus treinta segundos de fama

Domingo 6 de mayo de 2012 - 20.00: arranca el primer debate organizado por el IFE entre los cuatro candidatos a la presidencia del Gobierno de México.  En pantalla la presentadora Lupita Juárez que presenta a (por orden según las encuestas): Enrique Peña Nieto (PRI), Andrés Manuel López Obrador (PGR), Josefina Vázquez Mota (PAN) y Gabriel Quadri (Nueva Alianza). Tras el trámite, se anuncia que cada uno sacará de una urna un sobre en cuyo interior hay una letra de la A a D que establecerá el orden de intervención y réplica... y fue en ese momento cuando salió al plató Julia Orayen con su vestido blanco y largo (tal y como le habían indicado) y con un escote que dejaba poco a la imaginación. 

Dada la falta de propuestas de l@s candidat@s y lo estrangulador del formato, Julia Orayen fue la ganadora del debate... al menos en las redes sociales como Facebook y Twitter ocupó gran parte del tiempo, hasta el punto de que medios de comunicación internacionales se hicieron eco de su presencia y decidieron que era lo que tenía que destacarse del encuentro entre l@s presidenciables. Muchos dicen que fue una maniobra de distracción, para otros fue una manera de enganchar a más audiencia por si la señorita volvía a salir con su vestido escotado.

De izq. a drch: Peña Nieto, López Obrador,
Vázquez Mota y Quadri

Julia Orayen es modelo y playmate y gracias a su presencia en el debate le han salido más de veinte entrevistas en la última semana en diferentes medios y algunas propuestas de contrato para televisión y reportajes fotográficos. No hay duda de la belleza de la muchacha, nadie duda de su capacidad para portar la urna... pero lo que sí se pone en duda es lo adecuado del vestuario en un debate político. En su defensa, y en una entrevista con Carmen Aristegui (Noticias MVS) declaró que ella llevó el único vestido blanco y largo que tenía y que nadie le dijo nada. Nadie del equipo de producción, maquillaje, vestuario, peluquería, cuestionó su atuendo antes de salir a escena. A reglón seguido entrevistaron al productor, el cual declaró que lo más seguro es que ya no le iban a contratar para la producción del segundo debate que está programado para el mes de junio y que lo cierto es que todo el equipo estaba tan preocupado por el inicio que nadie reparó en el vestuario de la edecán... ¿Realmente alguien se puede creer esto? ¿Nadie vio el vestuario de Julia antes de salir? ¿La productora no es la que normalmente pone el vestuario a su gente? En fin, que Julia ha hecho su agosto y que su intervención fue definitiva para el debate. 

¿Cómo termina la película? Pues que tanto el productor como el IFE han tenido que pedir disculpas y con la promesa de que no volverá a pasar. ¿Cuál ha sido la reacción en las Redes (en especial por parte de algunas mujeres)? Pues que para el próximo debate, y para apelar a la igualdad de género se busque a un edecán tipo Thor que salga sin camiseta portando la urna...

Si nos centramos en el debate, pues qué puedo decir: el modo de selección de los temas también se realizaba con urnas de las que la presentadora extraía en primer lugar el tema general (ejemplo: seguridad, empleo, desarrollo, economía) para luego extraer el otras urnas las preguntas concretas. A mí en lo personal me daba la impresión de estar frente a un concurso de televisión. Para seguir, l@s candidat@s sólo tenían un minuto treinta segundos para hacer su exposición y dos minutos para la réplica. En caso de exceder el tiempo se perdía el sonido y cambiaba el plano y la imagen. Tan acotado estaba el formato que el plano para cada candidato estaba determinado y no se podía ni abrir ni cerrar, por lo que cuando algun@ quiso mostrar unas fotos quedaban fuera de la pantalla. 

Si al formato añadimos que PGR y PAN se aliaron para dar batalla al PRI; que el candidato del PRI parecía más gobernante que oposición (ahora gobierna el PAN) y que Nueva Alianza iba por su lado, pues el contenido quedó difuso y diluido. Se hicieron pocas propuestas, a penas respondieron a los temas propuestos y más bien siguieron su línea discursiva. Solamente Quadri, amparado en su eslogan "yo soy ciudadano" hizo propuestas y conquistó a la audiencia subiendo sus apoyos del 2% hasta el 9%, sin embargo, no se puede confundir la forma con el fondo y lo cierto es que el candidato de Nueva Alianza hizo un discurso neoliberal y populista.

En fin, esperemos que para el siguiente debate se corrijan los errores porque por eso la vida nos da una segunda oportunidad y que al menos l@s candidat@s sean más propositivos. 

El fin de semana es para... desestresarse

Esta entrada se la dedico a mi madre porque el domingo fue su día y sólo pude estar con ella a través del Skype... FELIZ DÍA DE LA MADRE!

El fin de semana empieza en viernes... pero vaya viernes de trabajo que nos dimos preparando el nuevo proyecto que voy a emprender para Adeco junto con Zazú, Adalberto y Rodrigo para la Fundación Tarahumara (http://www.tarahumara.net/). Estuvimos en reunión desde las 10 de la mañana hasta las 6 de la tarde con una pausa de no más de hora y media para comer. Toda una jornada de trabajo productiva que nos hizo dimensionar todo lo que se viene encima de aquí a diciembre (fecha final de entrega de todos los documentos). 

Después de eso y de la semana que llevaba sin descansar por el viaje a Xalapa del fin de semana anterior, la verdad que las únicas ganas que tenía eran de irme a casa y decir "hasta mañana"... pero salió plan: ir a ver jugar a los Diablos contra Aguascalientes (partido de beisball). Jamás había ido a un partido, conozco algunas reglas muy básicas y además se me hacía que era un deporte aburrido. Pero en esta vida hay que probar para juzgar, así que allí que me fui con Rodrigo, Dani, Luisa y en el estadio nos esperaba Andrea. Lo bueno de los deportes en México es que dentro de los estadios se puede tomar una cerveza (en realidad fueron dos) y unos tacos de cochinita en la séptima entrada para acompañar el partido. Al final resultó que ni es tan aburrido y que podría repetir... los Diablos perdieron por 12 a 8 y fue en la novena entrada cuando remontaron el marcador ya que perdían 12 a 6. Después del partido de nuevo la incertidumbre de ir a casa a descansar o acompañar a Rodrigo a una cena en casa de una amiga suya... será que me puede más el cansancio o las ganas de desestresarme: la segunda opción fue buena. Nos fuimos a casa de Gema y allí conocí gente nueva que como siempre se portó conmigo de manera impecable: risas, charla, algo de comer y un par de cervezas más que nos dieron fuerza para darle un último empujón a la noche y caer en un cumpleaños... por resumir: entraba por la puerta como a las 5 de la mañana y eso que yo me quería ir pronto.

El sábado fue el día deportivo por excelencia: partido de La Sierpe (equipo en el que juegan Dani, Nabani, Rodrigo y Pony) para después terminar en mi casa comiendo algo y tomando unas cervezas para acompañar los dos partidos de cuartos de final de la liguilla y continuar con dos combates de boxeo. Total que al final mi casa se llenó de gente y no hubo más opción que poner música y seguir hasta la madrugada... así pasa: que cuando menos te lo esperas surgen planes tranquilos que te arreglan el sábado.

El domingo para ponerle broche final al fin de semana: venta de garaje en casa de Blanca para apoyar la Campaña Alfabetiza 2012 y como soy así no me pude resistir a comprar dos camisetas y una falta todo por 30$ (es decir, unos 1,8€). Pero lo mejor de todo, es que cuando me doy cuenta la falda es marca GAP y las camisetas son de TH... sí de segunda mano, pero todo en buen estado!! Me encantan las gangas que encuentro. Después de eso, comida en familia para hablar sobre el viaje de Blanca y Guillermo a Madrid... qué envidia!! Y más cuando han estado con mi madre y Javier compartiendo algo de tiempo, risas, comidas, charlas... en fin que estoy deseando que me confirmen si yo también haré ese viaje pronto. Para cerrar el fin de semana: Debate presidencial en casa de Andrés, con Dani y Víctor...

Después de todo no ha estado mal. No he descansado mucho, en lo que a dormir se refiere, pero sí he conseguido despejarme, conocer gente nueva, hablar de otros temas no ligados al trabajo y creo que por primera vez he conseguido no trabajar (demasiado) en fin de semana. He cargado las pilas y ya estoy lista para empezar una semana que se presenta cargadita de actividades, reuniones y trabajos pendientes. Así es mi vida en México y me gusta.