Muchas veces la enfermedad ayuda a encontrar espacios de relajación y hoy ha sido mi día. Después de pasar una noche regular con dolor de cabeza y una mañana en la misma tónica he decidido quedarme en casa a trabajar y también a descansar para poder continuar la marcha. Hoy han sido de verdad lunes al sol porque por fin se ha decidido a aparecer y con una temperatura maravillosa, así que he aprovechado para sacar una mecedora al porche, coger el portátil y disfrutar. No hay nada como trabajar al aire libre en un día soleado. Poco a poco el dolor de cabeza ha ido aminorando y ya tengo de nuevo las pilas cargadas para poder volver al Centro.
Lo bonito de quedarme en casa ha sido que he podido hablar con mi casa y con mis niñas. Ha sido precioso tener un rato de charla (vía chat) con Myriam, Rocío y Mery que me han puesto al día de las novedades madrileñas y sobretodo me han expresado su gran cariño hacia mí. Ni que decir tiene que la charla por Skype con mi madre y Javier siempre es especial y después de muchos días he podido coincidir con mi padre (feliz, feliz, feliz de ver a tanta gente). Me gusta tener noticias desde Madrid y saber que todo el mundo está bien, que la vida continúa y que aunque parezca mentira los días se van restando para mi vuelta. Poco a poco la cuenta atrás comienza y aunque todavía me queda mucho tiempo las horas y los días pasan a gran velocidad.
Aprovechando que el día ha sido tranquilo he podido reflexionar un poco sobre lo que el viaje está suponiendo para mí... me lo estoy tomando como un retiro espiritual. La verdad es que el proceso de autoconocimiento y gestión de emociones por el que estoy pasando creo que me ayuda a madurar un poco más y a enfocar los retos de manera diferente. A pesar de lo tormentoso y angustioso de los primeros días, las aguas han vuelto a su cauce y la verdad es que ya me encuentro mucho mejor, más serena, más tranquila. Puedo decir que estoy contenta, muy contenta, que procuro sonreír mucho y pensar en la distancia de una manera más serena. Sigo pensando en mi gente, pero ya no lo veo como que los haya dejado atrás sino que caminan conmigo de manera paralela y ayudándome a dar el siguiente paso.
Gracias a tod@s por el cariño que siento de vuestra parte y que espero que sintáis de el mío.
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