miércoles, 11 de julio de 2012

Caldito de pollo...

Foto tomada en Chihuahua: "Pal dolor, doloroso que duele
muncho, munchisimo"
¡Uy, parece que me duele una muela! - Ibuprofeno
¡Uy, se me está poniendo dolor de garganta! - Ahora se pasa
¡Uy, dolor de cabeza + dolor de garganta + dolor de cuerpecito! - Creo que me estoy poniendo mala.
¡Uy, hoy me quedo en casa porque no tengo voz, me siento cansada! - estoy combatiendo un resfriado en pleno mes de julio.

Es en estos momentos, en los que las defensas bajan cuando más extrañas los cuidados familiares, la medicina en la cama, el caldito de pollo, el zumo de naranja recién hecho, los besos en la frente para comprobar si hay fiebre, los abrígate, tápate, no andes descalza. Pero como estos no se pueden dar, pues le ponemos remedio: hacemos fuerza para bajar a la frutería donde venden zumo de naranja recién exprimido y a la farmacia (conversación con el farmacéutico):
- Buenos días
- Buenos días
- No sé si podría darme algo porque tengo estos síntomas...
- Mira tómate esto que es muy bueno y además no hace daño al estómago, así que te lo puedes tomar ya. No hace falta que esperes a la hora de comer.
- La verdad tendría que haber bajado antes pero es que no tenía ni fuerzas ni ganas.
- ¿Vives muy lejos?
- No, en el condominio de ahí enfrente.
- Entonces te dejo la tarjeta de la Farmacia porque tenemos asistencia por e-mail y si estás muy mal, nos dices qué necesitas y te subimos los medicamentos.

¡Ya he encontrado un cuidador a domicilio! Espero no tener que recurrir a él, pero la verdad que es un detalle que una farmacia chiquita, de barrio, tengan estos servicios tan maravillosos.

También me ha consolado saber que mi padre y Amparo están con los mismos síntomas: ¿será una cuestión familiar? ¿un caso similar al de los gemelos que sienten lo que siente el otro a pesar de la distancia? ¿Será simple casualidad por los cambios de temperatura? Mientras en Madrid combaten los aires acondicionados y los calores, en el DF luchamos contra los calores y las trombas de agua.

Por lo demás, no tendré mi caldito de pollo, pero consigo cuidarme, así que, que nadie se preocupe, los resfriados se pasan en unas horas y yo ya tengo claro que mañana estaré bien.

1 comentario:

  1. Ponte buena, liiiinda. A mí me sorprende no tener síntomas similares; ya debería haber pillado dengue con la cantidad de mosquitos que se me cenan cada noche.

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