México volvió a temblar. Durante 40 segundos en el Estado de Guerrero la tierra osciló con una magnitud de 7,8 grados que hizo que llegara hasta el Distrito Federal. El balance es "blanco", sin víctimas mortales y con algunos daños estructurales.
En lo personal me tocó vivirlo (de nuevo) al sur de la ciudad. Estaba trabajando en casa y me levanté a por mi tercera de café cuando de pronto empezó a temblar. Al principio pensé: "¿me estaré mareando?" Pero no era posible porque el mueble se movía y todo oscilaba... así que no. La tierra estaba bailando. A partir de ese momento empezaron a sucederse los mensajes por Facebook y What's Up. Desde España mi padre me avisó de que estaba saliendo en las noticias y si todo estaba bien.
Los medios de comunicación dicen que ha habido réplicas a lo largo de todo el día, la verdad que yo no volví a sentir ninguna. Blanca y Lorena me dicen que en la oficina por el centro se sintió más fuerte y que en el metro los vagones parecían barquitas. Por suerte pasó y estoy bien.
Agradezco todos los mensajes de apoyo que he recibido de mis compañer@s de Iepala y de mi familia. Todavía me sorprendo cuando la tierra tiembla pero lo cierto es que nunca he sentido miedo. Siempre pienso que soy yo y no la tierra. Siempre creo que soy yo la que se siente mal y no la tierra que por algún lado tiene que descargar el estrés al que está sometida.
Por aquí dejo algunos enlaces que explican de manera más amplia lo que ha pasado... yo la verdad que poco puedo contar esta vez porque estaba en casa y en una zona segura donde el terreno es volcánico y tiembla menos que en la zona centro que es terreno lacustre:
No hay comentarios:
Publicar un comentario